Los mayores problemas son la crisis económica con sus efectos sociales, la "invasión" de rumanos, y los musulmanes con su religión y costumbres propias, reacios a adaptarse a las formas de vida de la población nacional
Plaza de Barcelona, donde los ecuatorianos juegan Ecuavoley los fines de semana. |
"Los españoles tienen una visión entre realista y recelosa del inmigrante; están muy alejados de posiciones que huelen a xenofobia o racismo, pero tampoco comparten el "buenismo" de quienes propugnaban el "papeles para todos".
Así comentaba el editorial del diario español La Razón, el 12 de septiembre pasado, en una edición en la que dedicaba amplios espacios a tratar el tema de la migración, confirmando que España está entre los países europeos que alberga más población foránea.
España sigue multiplicando la población extranjera, que ocupa el 12.3% de los habitantes del país, antecedida en Europa por Luxemburgo, con 43% de extranjeros; Letonia el 17,9%; Chipre el 16.1% y Estonia el 16%. La inmigración mayoritaria viene de los propios países europeos.
Según la publicación, 700 mil rumanos son los extranjeros más numerosos en España, cifra probada con un censo. (No obstante, según la Secretaría del Migrante del Ecuador, en ese país europeo habitarían 750 mil ecuatorianos, el 13% de los 7.5 millones de extranjeros en España. Pero ocurre que medio millón de compatriotas serían "sin papeles" y no constan en los registros oficiales).
Jesús Caldera, la autoridad que aprobó el polémico plan papeles para todos. |
La publicación del diario español censura la política socialista del Ministro de Trabajo Jesús Caldera en 2004, que propugnó regularizaciones masivas de inmigrantes indocumentados, creando desajustes sociales de los que "se sufren las consecuencias de aquella política irresponsable del ´papeles para todos ´ que Jesús Caldera impulsó "
Los efectos sociales graves repercuten en lo laboral. La crisis económica de los países europeos ha llevado a la desocupación a millones de personas, siendo los inmigrantes los más perjudicados: "La precariedad laboral ha afectado en un 60% a los extranjeros y la crisis ha golpeado especialmente a la construcción, restauración y servicio doméstico, sectores que recurrían a mano de obra extranjera. ¿Conclusión? Nuestro país optaba por trabajadores en situación de precariedad y era como un elefante con pies de barro", afirma el diario.
De la política de "todos sin papeles" se ha pasado a favorecer el retorno de los inmigrantes a sus países, lo que ha resultado un fracaso. Muchos se acogen al proyecto €“el gobierno del Ecuador promociona beneficios a los que vuelven-, pero son frecuentes los casos de inmigrantes que regresan con pasaje de retorno, para no perder el derecho a volver a ingresar.
El periódico publica los resultados de una encuesta a través de la cual se manifiesta la actitud de los españoles hacia los inmigrantes.
El periódico español dedicó amplio espacio para abordar el tema de la inmigración. |
"Una abrumadora mayoría de más del 80% está convencida de que la presencia de tantos extranjeros influye en la situación de nuestro mercado de trabajo. Más de la mitad piensa que los problemas de convivencia han aumentado con motivo de la crisis económica y casi el 50% opina que la política del Gobierno en materia de inmigración no es acertada. No solo eso, los españoles van más allá. Más del 67% cree que el Gobierno debería fomentar el retorno voluntario de los inmigrantes a sus respectivos países. Todos los segmentos de edad se pronuncian mayoritariamente a favor de ese regreso. Sin embargo, no opinan lo mismo cuando la pregunta se refiere a los inmigrantes que viven más allá de nuestras fronteras: la mitad de los consultados se muestra contrario a la política de repatriación iniciada por Francia".
La mayoría, un 47,1% piensa que la política del "papeles para todos" emprendida por el ministro Caldera en la anterior legislatura socialista ha perjudicado más que beneficiado a los propios inmigrantes. La opinión se diversifica cuando se trata de ver qué colectivo extranjero es más problemático, aunque gana claramente el magreví. Una abrumadora mayoría (66,8%)considera que los musulmanes tienen más problemas de adaptación y más de la mitad cree que no se les debe dar el mismo trato que a los católicos.
"Dejando aparte que tal discriminación es contraria a la Constitución, lo cierto es que la encuesta pone de manifiesto la creciente inquietud de amplias capas sociales, agobiadas por la crisis, ante la población inmigrante, que en el caso musulmán se complica con una cultura y unas prácticas religiosas inadaptadas al tejido ciudadano", opina también el editorial de La Razón.
Es curioso que, a pesar de que la presencia de ecuatorianos en ese país es numéricamente significativa, en ninguna parte se los hace alusión positiva ni negativa. La publicación pone énfasis en el alto número de inmigrantes rumanos en España y en la presencia de los musulmanes, cuyas costumbres, religión y formas de vida no son compatibles con la población española, donde radican las mayores preocupaciones de los habitantes de ese país europeo, en relación con el fenómeno migratorio.