Por Julio Carpio Vintimilla

 

Julio Carpio Vintimilla

Si nuestros próceres hubieran tenido una grande y   correcta visión geográfica, histórica y   política, habrían elegido, para el Ecuador, la forma federal de estado. Jurídicamente, los departamentos de Quito, Guayaquil y   Cuenca habrían sido anteriores al estado federal. Y, por lo tanto, le habrían formado; y le habrían cedido €“ para que funcionara €“ una parte de sus potestades. Así, la unidad nacional se habría constituido en forma voluntaria y   cooperativa. Pero, tal cosa no ocurrió

Por Cuenca, yo paso en tercera -- nos soltó, a quemarropa, un lojano, en Quito, a un grupo de cuencanos. /   Tuviste suerte. Sobreviviste -- le respondió uno de nosotros. Y agregó: Muchos conductores imprudentes han dejado su vida en las espantosas carreteras del Azuay /   Morlaco, ni de poncho, ni de saco. Si no te engañó a la entrada, te engañará a la salida -- nos espetó, otra vez, un lojano, a los "aspirantes" azuayos; en los viejos días de nuestro servicio militar. /   ¿Es eso lo que ustedes, los lojanos, piensan de nosotros? €“ preguntó uno de los cuencanos. /   Sí, señor. €“ respondió, medio desafiante, el lojano. / Bueno, pues vas a tener que irte a tu tierra y preguntarles a las lojanas lo que ellas piensan de nosotros -- retrucó el cuencano. / En fin, unos típicos intercambios de puntazos y   lugares comunes. La usual manifestación de pequeñas y   antiguas rencillas. (Una circunstancia mundial, desde luego.)   Pero, en el caso ecuatoriano, por desgracia, algo muy notorio, muy acusado: el localismo, el provincianismo, el regionalismo. Y un subproducto, casi siempre presente en la sicología social: el narcisismo lugareño (Nos acordamos, en este punto, de un buen señor que, cierto día, nos dio un pequeño discurso acerca de lo maravilloso que resultaba ser de ¡Alausí! Y nos acordamos también de Vinces: el París chiquito Bienaventurados los simples )   ¿Y por qué ocurre esto?   Bueno, ahorrémonos las explicaciones largas. Pero, sí, consignemos algo muy importante: la gran fragmentación topográfica y   demográfica del país. (La montaña separa y   aísla; como el mar. Para el caso preciso de la Sierra ecuatoriana: Una hoya, una isla.) Y mientras no hubo carreteras
Si nuestros próceres hubieran tenido una grande y   correcta visión geográfica, histórica y   política, habrían elegido, para el Ecuador, la forma federal de estado. Jurídicamente, los departamentos de Quito, Guayaquil y   Cuenca habrían sido anteriores al estado federal. Y, por lo tanto, le habrían formado; y le habrían cedido una parte de sus potestades
Antes de seguir, una aclaración. Nos gusta Loja. Y conocemos y   apreciamos a su gente. Loja, en lo natural, es una provincia muy distinta de las demás de nuestra Sierra. (Más baja, más caliente, más accidentada.) Y, en lo humano, es una provincia mestiza. (Y, en este rasgo, más homogénea, quizás, que el Azuay   y   el Cañar.) Y, según un agrónomo norteamericano, -- de cuyo nombre nos hemos olvidado €“ Loja podría ser la California del Ecuador. (Es decir, podría producir uvas, aceitunas, frutas mediterráneas Y, consecuentemente, fabricar vino, aceite de oliva, duraznos enlatados Y, en esto sí, sería castellana y   española. Porque en aquello del acentito y la corrección idiomática )   Otra aclaración: Somos vecinos, parecidos y   nos conocemos bien.   Y €“ como es muy explicable €“ muchas familias, de allá y   de acá, han estado y   están emparentadas. ¿Diferencias?   Pocas No nos peleémos, pues, por la nimiedad de establecer quiénes somos más sureños o más australes; o más importantes por nuestras conocidas, desconocidas y   no reconocidas cualidades; o más perjudicados por los centralismos grandes y   obtusos. Tercera aclaración: Nos hemos acordado de estas cosas por un artículo de Lenin Paladines Salvador; quien manifestaba que Loja precisa y   necesita una segunda independencia   (EL UNIVERSO, Guayaquil.)   La provincia €“ afirmaba €“ ha sufrido, y   sigue sufriendo, por el "centralismo" ejercido por Quito, Guayaquil y, en ocasiones, por Cuenca Bueno, por todo lo anterior, hablemos hoy de países, regiones, formas de estado y   semejantes cosas. Y vayamos, ya, centrando el tema.

Los países se forman a partir de los llamados centros de expansión demográfica. El mejor y   más claro ejemplo latinoamericano es el de Chile. El importante núcleo demográfico de Chile Central €“ al irse expandiendo largamente hacia el norte y   el sur €“ formó el curioso y   caprichoso país. (La loca geografía; el mapa de Chile es un metro de carpintero; el muelle de exportar minerales ) En definitiva, Chile tiene un modelo demográfico simple. El Ecuador, en cambio, se formó, fundamentalmente, a partir de tres pequeños centros de expansión: Quito, Guayaquil y   Cuenca. (Que corresponden, espacialmente, a la Sierra del Norte, a la Cuenca del río Guayas y   a la Sierra del Sur. Históricamente, a los pueblos indígenas llamados Quitus, Huancavilcas y   Cañaris.) Aún más: Hubo dos centros menores; pero, de considerable importancia: Manabí y   Loja.   (Espacialmente, la Costa Central y   la extremidad sureña de la Sierra y   la Costa. Históricamente, los pueblos indígenas denominados Mantas y   Paltas.) En suma, los ecuatorianos tenemos un modelo demográfico complejo. ¿Y a qué viene todo esto?   Un momentito. Ahí va.
Si nuestros próceres, -- los hacedores del país €“ hubieran tenido una grande y   correcta visión geográfica, histórica y   política, habrían elegido, para el Ecuador, la forma federal de estado. Jurídicamente, los departamentos de Quito, Guayaquil y   Cuenca habrían sido anteriores al estado federal. Y, por lo tanto, le habrían formado; y le habrían cedido €“ para que funcionara €“ una parte de sus potestades. Así, la unidad nacional se habría constituido en forma voluntaria y   cooperativa. (Respondiendo, bien, a las ya mencionadas realidades naturales y   humanas.) Pero, tal cosa no ocurrió Nuestros próceres miraban más admirativamente a Francia que a los Estados Unidos. Y, como Francia era centralista Bueno, pues, establecieron aquí un estado centralista; unitario, por mejor y   más respetable adjetivo. En forma más precisa: Establecieron, criollamente, una especie de caricatura del estado francés. (Porque éste, en realidad, nunca fue tan centralista como se cree. Los franceses suelen ser racionales )   Resultado de la grave inadecuación: Quito €“ bastante débil €“ tuvo grandes dificultades para imponer su asumida primacía. Desorden crónico, insatisfacciones regionales y     provinciales, pequeñas guerras civiles. Avanzábamos, sí; pero, en forma muy vacilante.
En cierto momento, -- 1858 €“ llegamos a la previsible anarquía. Si no hubiera sido por García Moreno, el Perú y   Colombia nos habrían liquidado; y   habrían aumentado apreciablemente sus territorios y   poblaciones. Hubo, entonces, cuatro gobiernos en el país. Uno de ellos, en Loja; encabezado por Manuel Carrión Pinzano. (De este hecho, les viene, a los lojanos, la nostalgia independista; actualizada, después, -- como una especie de doctrina nacional; justamente, la Segunda Independencia €“ por otro Carrión, lojano también, Benjamín.) Y aún hoy, por desgracia, €“ porque la centralidad vigente no logra funcionar en forma adecuada y   conformar a los interesados €“ seguimos coqueteando con la anarquía. (A la cuál, al presente, llamamos €“ para estar a la altura de los tiempos €“ estado fallido.) Y no piensen ustedes que se trata de una gratuita conjetura Ciertos especialistas extranjeros, sobre todo, han advertido este peligro. Y Carlos Alberto Montaner €“ el periodista cubano €“   interrogó recientemente: ¿Qué habría pasado si uno de los energúmenos del 30S le mata efectivamente a Correa?   ¿Habríamos tenido un Quitazo, al estilo del Bogotazo de Gaitán? ¿Habríamos ido a la guerra civil? / Añadimos nosotros: ¿Habríamos llegado, otra vez, al trance de la disolución del país?   Ese es el pavoroso fantasma nacional; que suele insinuarse, o aparecer, en nuestras horas de más grave y   enconado conflicto Bueno, ¿qué les parece?   ¿Nos hemos dado cuenta de que estamos jugando con fuego?
Lección de la historia ecuatoriana: Hay que flexibilizar nuestro rígido estado unitario; que es, en efecto, viciosamente centralista y   sumamente anticuado.   Pero, -- a contrapelo con la realidad €“ el Correísmo está, de hecho, centralizando aún más al Ecuador. Y no nos vengan a decir que una ley €“ el COOTAD; Código de Ordenamiento Territorial -- va a arreglar las cosas. El tal será -- como la ley de universidades €“ otra sopa de letras Para descentralizar el país se necesita acciones concretas y   correctas; bien estudiadas y   bien aplicadas. Loja, el Azuay y   el Guayas €“ y   todas las provincias €“ necesitan un buen grado de autonomía. Es cierto. Pero, habrá que conquistarla Tarea para el futuro Bueno, señor Paladines, usted tocó un asunto importante. Y nuestras diferencias, en él,   no parecen ser grandes. No parecen ser de contenido. Parecen ser de forma; y €“ esperémoslo -- nada más que verbales.

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