En las primeras 24 horas del cierre de compuertas el 7 de febrero, el agua llegó a la cota de 2060 metros y no ha logrado subir más por falta de lluvias: San Pedro tiene la decisión definitiva


En dos meses no ha variado la cota: se aprecia la altura del embalse a la que debe subir el espejo de aguas para llegar a los 410 millones de metros cúbicos.

La falta de lluvias en la cuenca del Paute mantiene   en alerta al sector eléctrico ecuatoriano. La aspiración es que este mes €“abril aguas mil, dice un aforismo popular- ceda el verano y se acelere el llenado del embalse de la presa de Mazar, cuyas compuertas de fondo se cerraron el 7 de febrero para acumular 25 millones de metros cúbicos de agua en 24 horas, ahorro que aún permite regular los caudales de acceso a la Central Molino.
En casi dos meses desde el cierre de los desagües no se ha logrado un significativo aporte de aguas, pues el clima es decisivo para aclerar o demorar el llenado del embalse, cuya capacidad es de 410 millones de metros cúbicos. Al finalizar marzo, el caudal del río Paute en el acceso al embalse tenía un promedio de 40 metros cúbicos por segundo, volumen apenas indispensable para una operación restringida de la Central Paute, la principal fuente de generación eléctrica del Ecuador.
En todo caso, es importante destacar la oportunidad con la que los directivos de CELEC-Hidropaute decidieron cerrar los desagües el 7 de febrero, pues de lo contrario no se hubiese dispuesto de una reserva indispensable que ha permitido tener bajo control el flujo de caudales hacia la casa de máquinas de Guarumales.
Una súbita precipitación de lluvias al finalizar la primera semana de febrero, en toda la cuenca del Paute, elevó el caudal hasta los mil metros por segundo, lo que se aprovechó para taponar por primera vez los desagües de fondo de Mazar y lograr que en 24 horas el agua llegara hasta la cota de 2060 metros sobre el nivel del mar €“la máxima es de 2166-, esto es hasta la altura de los desagües de fondo, donde se ha mantenido hasta finalizar marzo, pues toda el agua que ingresa se utiliza para la generación de la central Molino.
Desde el 7 de febrero, solamente por una vez se elevó el espejo de aguas de Mazar hasta los 2068 metros sobre el nivel del mar, pero fue descendiendo conforme escasearon las lluvias. Según se conoció   los ténicos de Celec-Hidropaute realizan maniobras para ahorrar agua, disminuyendo la generación lo más posible en las horas de menor consumo, para alejar las posibilidades de racionamientos eléctricos. De alguna manera, las reservas de las 24 horas iniciales de acumulación de agua en el embalse de Mazar, son una ayuda para facilitar la programación y el racionamiento del agua según las necesidades y el número de turbinas en operación.  
También se conoció que el consorcio constructor de la presa Herdoiza Crespo-Impregilo, ha iniciado el retiro de maquinarias y personal de la zona de Arenales, pues practicamente está llegando a término el cumplimiento del contrato y lo que resta es la operación total de la obra, que dependerá de las condiciones climáticas, aunque se espera no pasará de junio o julio próximos.

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