La misión Manuela Espejo ha permitido descubrir el inframundo en que han vivido miles de ecuatorianos con afecciones físicas o mentales, y darles la mano
Un niño rompe la seguridad y se abre paso entre autoridades y periodistas para colgarse al cuello del Vicepresidente Lenín Moreno y decirle "gracias" ante los ojos asombrados del público: la fotografía de Franco Salinas de diario El Mercurio, publicada el 25 de marzo en primera página, es la mejor versión del reconocimiento espontáneo a la gestión humanitaria del segundo mandatario en beneficio de miles de ecuatorianos con problemas especiales que nunca antes estuvieron en los ojos protectores de un gobierno.
Eso ocurrió en Tixán, zona rural al norte de Cuenca, a donde fue el Vicepresidente el 24 de marzo, con la Ministra de Salud y autoridades del Azuay, para entregar prótesis a personas con discapacidades de diversa índole para que sobrellevaran con dignidad su vida. Era parte de la aplicación de la misión solidaria Manuela Espejo, promovida por el Gobierno a través del segundo mandatario.
Con anterioridad, el Vicepresidente y el Alcalde de Cuenca, a la vez Presidente de la Asociación de Municipalidades del Ecuador, Paúl Granda, habían suscrito convenios de cooperación para impulsar el programa a nivel nacional y en el cantón Cuenca.
En la ceremonia, en el auditorio de la sucursal del Banco Central del Ecuador, se proyectó un documental conmovedor sobre las condiciones en las que han vivido miles de ecuatorianos con deficiencias físicas y mentales de diversos origen y naturaleza, en la mayor parte de los casos reducidos a espacios de insalubridad y abandono, así como el cambio en su vida gracias a la presencia de médicos y profesionales ecuatorianos y cubanos vinculados a la misión Espejo.
Ha sido necesaria la presencia en el Gobierno de un ciudadano que recorra el país en silla de ruedas, el Vicepresidente Lenín Moreno, para conocer en su verdadera magnitud, la cantidad de niños y adultos tullidos, sin miembros, con deformaciones físicas o con deficiencias mentales, condenados a un mundo de olvido y desesperanza, que han encontrado manos amigas interesadas por su suerte.
Al margen de valoraciones políticas, controversias o diversidad de apreciaciones sobre la gestión gubernamental, no es posible dejar de reconocer el meritorio papel solidario a favor de un importante sector social conformado por compatriotas de todas las edades, condenados al desamparo y hasta la segregación. La reacción del niño de la aludida foto, fue el anuncio de que su familia €“con casi todos los miembros afectados por alguna deficiencia- recibirían la donación de una vivienda.
Eso ocurrió en Tixán, zona rural al norte de Cuenca, a donde fue el Vicepresidente el 24 de marzo, con la Ministra de Salud y autoridades del Azuay, para entregar prótesis a personas con discapacidades de diversa índole para que sobrellevaran con dignidad su vida. Era parte de la aplicación de la misión solidaria Manuela Espejo, promovida por el Gobierno a través del segundo mandatario.
Con anterioridad, el Vicepresidente y el Alcalde de Cuenca, a la vez Presidente de la Asociación de Municipalidades del Ecuador, Paúl Granda, habían suscrito convenios de cooperación para impulsar el programa a nivel nacional y en el cantón Cuenca.
En la ceremonia, en el auditorio de la sucursal del Banco Central del Ecuador, se proyectó un documental conmovedor sobre las condiciones en las que han vivido miles de ecuatorianos con deficiencias físicas y mentales de diversos origen y naturaleza, en la mayor parte de los casos reducidos a espacios de insalubridad y abandono, así como el cambio en su vida gracias a la presencia de médicos y profesionales ecuatorianos y cubanos vinculados a la misión Espejo.
Ha sido necesaria la presencia en el Gobierno de un ciudadano que recorra el país en silla de ruedas, el Vicepresidente Lenín Moreno, para conocer en su verdadera magnitud, la cantidad de niños y adultos tullidos, sin miembros, con deformaciones físicas o con deficiencias mentales, condenados a un mundo de olvido y desesperanza, que han encontrado manos amigas interesadas por su suerte.
Al margen de valoraciones políticas, controversias o diversidad de apreciaciones sobre la gestión gubernamental, no es posible dejar de reconocer el meritorio papel solidario a favor de un importante sector social conformado por compatriotas de todas las edades, condenados al desamparo y hasta la segregación. La reacción del niño de la aludida foto, fue el anuncio de que su familia €“con casi todos los miembros afectados por alguna deficiencia- recibirían la donación de una vivienda.