En ropa de trabajo y con sombrero, la vestimenta de rutina del prefecto azuayo en recorrido por los campos.

Cambio de la matriz vial, riego, fomento agro productivo y protección ambiental serían los rubros más notables en la gestión del prefecto azuayo Juan Cristóbal Lloret, desde mayo de 2023. Afirma que los gobiernos de Lasso y Noboa no han dado aportes significativos para el desarrollo provincial

En declaraciones para AVANCE, el prefecto recuerda que en el marco de sus competencias prometió cambiar la matriz vial: “Recibimos 360 kilómetros de vías con asfalto, 6% de los seis mil kilómetros de vías secundarias, terciarias y vecinales de la provincia, y hemos intervenido en 164 kilómetros, 70 de ellos con asfalto. Con 25 millones de dólares y a menos del medio período, más que en 200 años del Consejo Provincial”.

En riego, con 2.6 millones de dólares, se ha construido y reconstruido 84 sistemas para cubrir 22 mil hectáreas. Cuatro son los proyectos emblemáticos: Las Nieves-Chilca-Susudel, donde nunca hubo regadío; el proyecto Hornillos en Nabón, la parroquia más pobre del Azuay; el proyecto Cerro Negro, que lleva agua desde 50 kilómetros a tres parroquias de Sígsig y una de Gualaceo. En Paute se inauguró el proyecto Cañas Bravas.

En desarrollo agro productivo se formaron sistemas de economía social y solidaria con diez cadenas agrícolas para mejorar ingresos familiares, como las del café y cacao, de leche y derivados, del tomate de árbol, del aguacate y otros productos. En medio ambiente la propuesta fue un millón de árboles y se ha sembrado 270 mil en año y medio. Mediante 14 convenios con niveles de gobierno se instaló viveros en 16 mil metros cuadrados. En 2025 serán 30 mil metros cuadrados más, la red más grande de viveros públicos del país.

Los gobiernos de Lasso y Noboa han convivido con la gestión de la prefectura. Lloret opina que ninguno de ellos ha mejorado en descentralización, ni se han visto inversiones significativas ni resultados para el desarrollo provincial. Será la ciudadanía –dice- la que evalúe la gestión de esos mandatarios.

¿El Consejo Provincial es autónomo y descentralizado? Afirma que, en efecto, tiene autonomía administrativa y financiera según el COOTAD. Sin embargo, las prefecturas son dependientes del gobierno central en el modelo injusto de equidad territorial. “Guayas tiene siete mil kilómetros de vías, más o menos como Azuay, pero recibe asignaciones cuatro veces mayores. Hay un marco normativo vigente pero las ponderaciones del modelo no son correctas. Guayas y Pichincha reciben hasta cinco veces más presupuesto que Azuay, pero no nos hemos conformado e impulsamos programas medioambientales o de conservación de humedales con el aporte y coordinación de los cuencanos y los azuayos”.

Lloret califica de respetuosa la relación con el gobierno central, para temas de vialidad o seguridad, donde no hay banderías políticas, pero otras propuestas no se han concretado. Se reclama por las malas condiciones de vías como la Cuenca-Girón-Pasaje o Cuenca-Molleturo-Naranjal, que no son de su competencia, pero pese a haberla pedido, no se concreta. Se impulsa programas de economía social y solidaria para bajar dos puntos los niveles de pobreza extrema mediante asociaciones artesanales, pequeña y mediana industria, cooperativas de producción con garantías de comercio justo y conectividad. Están en la mira proyectos de generación hidroeléctrica y fotovoltaica que involucran a Azuay, Cañar y El Oro, para más de 120 megas de electricidad. La empresa Asfaltar, concebida para mejorar el sistema vial, amplió su giro de negocios para involucrarse en cualquier obra civil, capacitada para importar o comercializar insumos para la industria. Todos los proyectos no podrá ejecutarlos en su mandato, pero los dejará avanzados en estudios y planificación.

En cultura y turismo, Lloret destaca que se prevé acciones hasta el 2030, empezando por el proyecto de recuperar la memoria de la ruta del Capacñán, patrimonio cultural de la humanidad, de la que quedan vestigios cañaris e incas. A más de recuperar cien kilómetros de la ruta, se reactivarán los pueblos ligados al que fue Tahuantinsuyo, con Guapondelig al centro, Ingapirca al norte, Dumapara en Nabón, al sur; al este Chobshi y Paredones al oeste. El consejo provincial firmó un comodato con la Casa de la Cultura para administrar el museo Manuel Agustín Landívar, que se integra al proyecto Capacñán con proyecciones de vinculación con Perú, sobre bases relacionadas con la firma de paz entre los dos países. Para financiarlo, espera 70 mil dólares de aportes de la CAF, a los que se sumará un monto similar del gobierno provincial. El proyecto permitirá desarrollar el turismo, con beneficios económicos.

   

La forestación, las reuniones comunitarias productivas, las obras de regadío y la vialidad, temas prioritarios en la gestión del gobierno provincial.

Cuenca y Azogues forman una conurbación que se consolida cada vez. Lloret afirma que sus planes involucran a Azuay, Cañar y Morona, con un modelo mancomunado para la conservación de micro cuencas del río Paute. Se mantiene diálogos con los alcaldes y prefectos de Cuenca y del Cañar para aprovechar la ruta del tren y unir a las dos provincias con una ciclovía. El eje vial es público y se dispone de estudios del ministerio de Transporte para la obra. Si han sido tomados ilegalmente los terrenos frentistas, habrá que recuperarlos para ejecutar el proyecto, dice. El 3 de noviembre de 2001 el alcalde Fernando Cordero, la Empresa Nacional de Ferrocarriles y el ministro de Obras Públicas firmaron un convenio para construir la ciclovía entre El Descanso y Cuenca. El presidente Gustavo Noboa fue testigo de honor, pero 23 años después el proyecto ha sido olvidado y el prefecto dice que le interesará conocerlo.

Las autoridades de las provincias australes están de acuerdo en que se le delegue al GAD del Azuay la administración de ejes viales como la autopista Cuenca-Azogues, la vía Cuenca-Léntag, Cuenca-Molleturo-Naranjal y Paute-Gualaceo, para mantenerlas en buenas condiciones a través del cobro de peajes, así como la construcción del acceso a Cuenca desde la Y de Cumbe.

Juan Cristóbal Lloret poco ocupa el escritorio de la prefectura. Todos los días recorre cantones, parroquias y caseríos, para constatar el trabajo de la entidad que preside, en cada lugar. Sus recorridos los difunde en audios y videos por las redes sociales, en las que es actor protagonista, con dinamismo y destrezas periodísticas singulares. “Hay que aprovechar las modernas tecnologías de la comunicación para informar a la colectividad y para difundir en imágenes reales las tradiciones, los paisajes, la cultura, la vida y las esperanzas de la gente”, apunta, y anuncia que en breve pondrá al aire una estación de radio con un nombre juvenil: Bacansísima.

Dinamismo, colorido, periodismo…

Juan Cristóbal Lloret Valdivieso, de 48 años, es ingeniero comercial. Su trayectoria pública comenzó en 2007 como teniente político de la parroquia rural Nulti, cantón Cuenca. Eran inicios del gobierno de Rafael Correa Delgado, personaje al que se ha mantenido vinculado desde entonces hasta ahora.

Poco tiempo, en 2007, fue autoridad parroquial, como teniente político de la parroquia rural de Nulty, a donde le llevó el gobernador Oswaldo Larriva Alvarado; fue coordinador de gestión política en la zona 6, secretario de gobernanza en la municipalidad de Cuenca, con el alcalde Paúl Granda; en 2016 fue gobernador del Azuay y llegó a la asamblea nacional por dos períodos, de 2017 a 2022, cuando renunció para la campaña por la prefectura actual.

La gestión pública ocupa su preocupación diaria. De temperamento jovial, guarda buenas relaciones con autoridades municipales y de instituciones públicas del Azuay y de las provincias vecinas. También es de fácil acceso al público. Por su iniciativa, vehículos, equipos motorizados del GPA, logotipos y propagandas institucionales lucen múltiples colores para crear imágenes de alegría y diversidad en los ambientes, oficinas y caminos. Son colores de la naturaleza, de los pueblos, de las tradiciones, de la esperanza y optimismo de la gente, explica el personaje de vestir informal rebautizado Jota Lloret, que asoma en videos en mangas de camisa, poncho de aguas, o botas de caucho y sombrero, en los frentes de trabajo.

Su dedicación es total. El presupuesto del organismo es de 60 millones de dólares, de los cuales el 26% es gasto corriente y el 74% para inversión pública. “Mediante gestión articulada con los municipios usamos cada dólar para obras viales y otras en conjunto: ellos ponen sus estructuras y nosotros construimos kilómetros de vías con el mismo presupuesto”. El presupuesto es insuficiente y sólo para cambiar la matriz de vialidad requeriría 400 millones de dólares, 20 años con los recursos actuales, afirma.

El funcionario dice no pensar en el futuro político, dedicado como está a la prefectura. Una de sus satisfacciones es la unidad con las autoridades locales y de las provincias vecinas, que no la había en tiempos anteriores, de pugnas y controversias.

   

Los carros del consejo recuerdan a los aviones de Ecuatoriana de Aviación a inicios de la era petrolera, cuando el general Guillermo Rodríguez Lara, nacionalista y revolucionario, promocionó por el mundo el oro negro, viajando en las vistosas naves de colores sicodélicos.

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