El invierno azota con rigor a Cuenca y el desbordamiento de los ríos causa daños y pérdidas en los sectores públicos y privados. La vialidad cantonal y regional se destruye. Una adolescente de 14 años fue arrastrada por la corriente en el sector de Challuabamba.
El caudal de los ríos Tomebamba, Tarqui, Yanuncay y Machángara, más el del río Burgay, que se une al río Cuenca en El Descanso, sobrepasó la madrugada de este martes los 400 metros de agua por segundo, provocando una gran inundación que interrumpió el tránsito por la carretera a los cantones orientales del Azuay, donde un bus de pasajeros y dos carros pequeños quedaron atrapados.
Equipos mecánicos y humanos de los bomberos de Cuenca, Paute y Gualaceo, lograron recuperar los vehículos hasta media mañana de este 18 de mayo.
La planta termoeléctrica de Elecaustro, en el Descanso, sufrió la inundación y los daños sobrepasarían de un millón de dólares, según dijo el Gerente de la empresa, Antonio Borrero Vega. Hasta el medio día la casa de máquinas, las oficinas y predios de Elecaustro continuaban bajo inundación, pues demoraba la evacuación de las aguas pese a que atemperaron las lluvias.
La termoeléctrica de El Descanso opera con 19.2 megawatios en temporadas de estiaje y ahora estaba fuera de servicio. Su gerente afirmó que las crecientes podrían controlarse con obras de preservación de las cuencas del Tomebamba, Tarqui y Yanuncay, similares a las de la cuenca del río Machángara, que tiene sistemas de generación eléctrica, de riego y de agua potable: mientras los caudales de los ríos que atraviesan por Cuenca tuvieron crecientes que cuadruplicaron su volumen estos días, el Machángara, bajo control, llegó a los 30 metros cúbicos por segundo.