Tras el Referéndum y la aceptación de sus resultados, el país vuelve a la realidad cotidiana. Pocas veces fue tan intensa la expectativa y la participación ciudadana frente a un tema cuyo interés no solía trascender de la sede de las deliberaciones.

Allí radica lo nuevo y lo positivo de los nuevos tiempos en los que se han involucrado los ecuatorianos, al preocuparse por su realidad política y ciudadana. El ardor de la campaña que pareció dividir a los habitantes en posiciones irreconciliables, no pasó de ser una normal contraposición de tendencias en la puja camino a las urnas.

Aparte del apoyo mayoritario al proyecto de gobierno del Presidente que hizo realidad la consulta por una nueva Constitución, el resultado electoral deja lecciones que deberán asimilarlas los dirigentes políticos de viejo cuño y los nuevos: los ecuatorianos quieren jubilar el pasado y tienen muchas esperanzas de las nuevas promociones de ciudadanos.

Cuando declina la primera década del siglo XXI, es evidente la ansiedad de cambio que propugnan las mayorías y en la medida en que el actual y los futuros gobernantes sean leales a esta expresión popular, el país estará en condiciones de orientar sus acciones hacia metas claras y definidas. No más incertidumbres ni inseguridades.

Preciso es hacer el llamado cívico a los sectores minoritarios que no alcanzaron el apoyo electoral, para que a la aceptación de los resultados acompañen actitudes positivas para sumarse a la nueva corriente democrática sin renunciar a sus posturas ideológicas, pero reorientándolas por los caminos que ha decidido transitar el país y no en sentido contrario.

También conviene invocar la sensibilidad del gobernante para que acoja el apoyo mayoritario como una exigencia para seguir la búsqueda del bien común sin claudicaciones, pero sin hacer oídos sordos a los pronunciamientos adversos: la confrontación de ideas, proyectos, objetivos, amplía horizontes y enriquece las realizaciones.

En fin, parece que los ecuatorianos, como nunca antes, han logrado identificar los caminos por los que deberán transitar ahora y en el futuro inmediato: que los líderes sociales sean capaces de no desviarlos, para lograr metas de desarrollo, equidad, justicia, bienestar.

 

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FUNDACION REINAS DE CUENCA

Señor Director:

Reciba mi felicitación por la edición de la Revista AVANCE No. 202 de septiembre del presente año. La calidad de su contenido es sin duda la expresión de capacidad e inteligencia de quienes con la verdad auténtica emiten a través de las letras, un pensamiento positivo.

Dejo constancia de mi profundo agradecimiento por el reportaje incluido en la página 14, referente a las actividades cumplidas por quien suscribe en la visita realizada a los ecuatorianos residentes en New York, con motivo del aniversario de la Independencia del 10 de Agosto de 1809.

Con mi eterna gratitud,

Estéfani Chalco Salgado
REINA DE CUENCA
PRESIDENTA DE LA FUNDACIÁ“N

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