Al conmemorar el 18 de octubre pasado 141 años de su creación, la Universidad de Cuenca fue escenario de un acontecimiento cuya trascendencia no fue valorada: la presencia del Presidente de la República en su campus.

    El hecho, que debería ser normal en un país libre y democrático, fue inusual en el presente caso, al punto de constituir la   evidencia de que, en realidad, ha revolucionado la conciencia y la conducta de autoridades, profesores y estudiantes universitarios.

Una escena de antes: el enfrentamiento de los estudiantes con la policía.

Todos quieren dar la mano al Presidente.	Un cordón policial controla a los estudiantes al interior de la Universidad.
El mandatario dialoga con el público.	Brigadas militares y de policía con el fondo de la sede universitaria.

    Y todavía más: entre las personas escogidas para hacer preguntas al mandatario estuvo la Vicepresidenta de la FEUE. Y el Presidente de la República, desde el recinto universitario, tiró de orejas a los rectores que se quejan de escasos presupuestos y tienen sueldos de hasta 12 mil dólares mensuales. No es el caso de Cuenca, por supuesto.

    Por añadidura, desde el mismo recinto universitario, Correa amonestó a los jóvenes que creen que ser de izquierdas es cerrar las vías públicas, apedrear edificios o cruzar los buses en las vías para caotizar el tránsito. Y luego de estas expresiones, reventaron aplausos en el Aula Magna de la Universidad de Cuenca.

    En fin, es inobjetable que en corto tiempo se han dado grandes cambios en la Universidad, cuando se ha jubilado la partidocracia, se ha aprobado una nueva Constitución y se ha puesto en su sitio a medios de comunicación, jerarquías eclesiásticas o poderosos grupos económicos que eran dueños del país.

    Tiempo de mujeres

    Lo de nuevos tiempos en la universidad cuencana se nota también en la irrupción femenina en sus 15 facultades. En la sesión por los 141 años, en el Salón de la Ciudad, el Vicerrector Fabián Carrasco dio unas sorprendentes estadísticas.

    De 12913 alumnos matriculados, mujeres son 7913 (61.28%) y varones 5 mil (38.72%).
    En Ciencias Económicas, con 2834 alumnos, las mujeres son 2117 y los varones 717.
    En Ciencias Médicas, con 2949 alumnos, mujeres son 2110 y varones 839.
    En Ciencias Químicas, con 830 alumnos, 500 mujeres y 330 varones.
    En Filosofía, con 1937 alumnos, mujeres 1293 y varones 644.
    En Jurisprudencia, con 929 alumnos, mujeres 546 y varones 383.
    En Odontología, de 407 alumnos, 291 mujeres y 116 varones.

    Hay también facultades "machistas", como Arquitectura, con 448 alumnos, de los cuales 258 son varones y 190 mujeres; Ingeniería, con 1005 alumnos, 818 varones y 187 mujeres. El caso más notorio es la Escuela Salvador Allende, con 72 alumnos, una sola mujer.

    En la sesión conmemorativa hubo distinciones para los graduados con más altas calificaciones en los últimos tres años y las mujeres se llevaron las glorias. De 56 premios Benigno Malo 46 medallas (82.14%) fueron para mujeres y 10 (17.86%) para varones.
    De 25 Menciones de Honor, 20 (80%) fueron para damas y 5 (20%) para caballeros

Pero los hombres mandan

    En cuanto al personal administrativo, docente y de trabajadores, el predominio es de los varones:   del total de 1210, los 803 son hombres y 407 mujeres.

    Las responsabilidades de mando están en manos masculinas. En 11 facultades, solo dos mujeres son decanas (Química y Filosofía).

    De 595 profesores titulares, 450 son varones y 145 mujeres; de 100 profesores accidentales, 62 varones y 38 mujeres; de 110 profesores contratados, 58 varones y 52 mujeres.

    De 228 empleados titulares, los 127 varones y 101 mujeres; de 107 empleados contratados, 42 varones y 65 mujeres. Solo en este rubro hay un número mayor de mujeres.

    De 70 trabajadores, 64 son varones y seis, mujeres.