Por Patricia Rivas Vásquez
Estos nuevos mandatos aparecen como la consecuencia de actitudes negativas del hombre, en relación a la vida humana y al medio ambiente, afectando los derechos individuales y sociales de las personas
El pasado mes de marzo la Iglesia Católica, a través del Plenipotenciario Apostólico del Vaticano, el obispo Gianfranco Girotti, dio a conocer al mundo las "nuevas formas de pecado social" en una entrevista publicada por "L €™Osservatore Romano", el periódico oficial del Vaticano.
Estos nuevos mandatos aparecen como la consecuencia de actitudes negativas del hombre, en relación a la vida humana y al medio ambiente, afectado los derechos individuales y sociales de las personas.
"A estos pecados se les llaman nuevos porque responden a nuevas circunstancias que vive la sociedad actual, sin embargo éstos, ya tienen su origen en normas antiguas de la Iglesia. Por ejemplo, cuando el libro del Génesis narra la creación, nos dice que Dios entrega al hombre, la tierra que ha creado para que la cuide y la haga producir. Ese concepto abarca lo que ahora se conoce como el respeto a la naturaleza, a la ecología y el respeto también a la vida del campo, no solamente a la vida humana" asegura el Padre Guillermo Andrade, Vicario General de la Arquidiócesis de Cuenca, en declaraciones para este medio.
Los nuevos pecados "sociales" son:
1. Las violaciones bioéticas, como la anticoncepción.
2. Los experimentos moralmente dudosos, como la investigación en células madre.
3. La drogadicción.
4. Contaminar el medio ambiente.
5. Contribuir a ampliar la brecha entre los ricos y los pobres.
6. La riqueza excesiva.
7. Generar pobreza.
Estos siete pecados se suman a los tradicionales "pecados capitales": la soberbia, la envidia, la gula, la lujuria, la ira, la avaricia y la pereza.
"Cuando utilizamos el término capital queremos decir que son el resultado o la causa de otros pecados. Por ejemplo, la avaricia puede llevar a una persona a robar o la lujuria a la promiscuidad" explica el Vicario.
Lo que pretende la iglesia con estos nuevos preceptos, es crear en sus fieles una conciencia cristiana basada en la realidad social que los rodea. El dañar el medio ambiente a través de la contaminación o autodestruirse mediante el consumo de drogas, constituyen algunos de los males que ofenden a Dios y a su creación.
La Iglesia en contra de la ciencia
Las violaciones bioéticas, como la anticoncepción y los experimentos moralmente dudosos, como la investigación en células madre, son los dos mandatos que sin duda se convierten en tema de debate.
En el segundo caso, la investigación en células madre, la iglesia muestra una fuerte oposición. Para realizar este procedimiento, se necesitan embriones, pues de ahí se obtienen dichas células. Por esta razón su argumento se sustenta en que se trata de una violación a la dignidad humana, pues los embriones son considerados como meros objetos de investigación.
Sin embargo, en la actualidad los científicos utilizan a las células madre para tratar enfermedades como tumores de cerebro, cáncer de ovario, artritis reumatoide, entre otras y se prevé en un futuro la recuperación de pacientes con derrames cerebrales, diabetes y enfermedad de Parkinson.
Ante esto, el Padre Guillermo recalca: "Estos mandatos clarifican lo que la iglesia considera como faltas. Las manipulaciones a la vida se dan dentro del campo de la tecnología moderna, por esto, se debe tener una conciencia moral para manejar la biogenética. Hay ya un mandamiento que es perenne: no matarás, el cual hay que respetarlo"
¿Tirar basura es pecado?
Dentro de los problemas sociales que abarcan estas nuevas formas de pecado, está el de la contaminación del medio ambiente. Hoy en día, para nadie es ajena la situación que vive el planeta, es por esto que la Iglesia decidió considerar como ofensas a Dios, acciones como no reciclar la basura, utilizar aerosoles, el ruido excesivo que provocan los pitos de los autos y algo característico que vemos en nuestra ciudad: lavar ropa en los ríos, entre otras.
Fumar marihuana también es pecado
El consumo de sustancias altamente destructivas para el organismo, como las drogas, también se menciona dentro de la nueva lista de pecados. Las razones son obvias, pero cabe una interrogante en este mandato:
¿Los jóvenes se alejarán de la iglesia por ser ellos más propensos a su consumo?
"Los jóvenes sin duda se verán cuestionados. Drogarse no es solamente hacerse el daño a uno mismo sino también es una ofensa a Dios porque se está actuando en contra de su voluntad. Pero los que tengan una verdadera conciencia cristiana sabrán meditar y obedecer" asegura el Vicario.
Los ricos no irán al cielo
Los actos que impliquen desigualdades sociales y económicas, también se contemplan en la nueva lista de pecados que dio a conocer el Vaticano. Aquellos que se enriquezcan de manera excesiva, contribuyan a ampliar la brecha entre ricos y pobres y generen pobreza serán catalogados como pecadores.
Pero, ¿Creerán esto justo las personas trabajadoras que han alcanzado un nivel económico cómodo, gracias a su esfuerzo?