El titular, Oswaldo Larriva, aspira a que su huella por la función que desempeña quede en murales y exposiciones más que en las rutinarias gestiones administrativas

 

 

Arte en gobernación

 

 

La historia tiene cabida en nuevos espacios en la Gobernación del Azuay. El 22 de mayo se inauguró el mural La Guerra de la Sal, en una de las paredes del vestíbulo en la planta baja del edificio, una obra del artista Marco Martínez Espinoza.


En un acto cultural destacado, se procedió también a dejar expuestos al público los retratos de los ex gobernadores Leonardo Toral Pozo, Juan Cordero Iñiguez, Claudio Monsalve Merchán, Hernán Toral Vintimilla y Daniel Toral Vélez, en la Galería de los Gobernadores, que ocupa áreas interiores en dos plantas del edificio ubicado en un ángulo del parque central Abdón Calderón. Además, se descubrieron los retratos del Mariscal José Domingo La Mar, José María Vázquez de Noboa y del sacerdote Javier Loyola, en el Salón de los Próceres.


El Gobernador Oswaldo Larriva destacó en su intervención la estabilidad de más de un año en el cargo, como un mérito del actual gobierno, que ha permitido cumplir, a más de las responsabilidades administrativas propias de la función, con estas actividades paralelas destinadas a recuperar la memoria de hechos y personajes que son parte de la cultura y la historia de la provincia. En los diez años últimos 18 personas ejecieron la Gobernación y solo cinco por más de un año.


El mural, por sus propios méritos dada la importancia del tema y la calidad de la obra del maestro Marco Martínez, más el valor artístico de los retratos elaborados por pintores de trayectoria €“Alejandro Beltrán, Víctor Arévalo y Jorge Chalco entre ellos-, dotan al ambiente del edificio de aires en los que se puede respirar el pasado en expresiones vinculadas a episodios y personajes representativos del destino de Cuenca y del Azuay.


Antonio Borrero Vintimilla, abogado, ciudadano con vastedad de conocimientos históricos, trazó las semblanzas de La Mar, Javier Loyola y Vázquez de Noboa, figuras estelares de jornadas épicas de América en el primer caso y de la independencia de Cuenca en los otros dos homenajeados, pues su intervención fue decisiva para consolidar la jornada libertaria del 3 de noviembre de 1820, cuando los patriotas escribieron una página de triunfo a punto de revertirse en derrota, gracias a la intervención de Javier Loyola, párroco de Chiquipata, que irrumpió arma al brazo por el barrio de El Vecino con un refuerzo de campesinos decididos a no dar marcha atrás en la lucha contra los realistas reacios a ceder su posición de usurpadores de tierra ajena.

 

 Javier Loyola   José Domingo Lamar  José María Vázquez de Noboa
Javier Loyola, José Domingo Lamar y José María Vázquez de Noboa, en el Salón de los Próceres.

 

 

Los rostros de ex Gobernadores, en la galería: Juan Cordero (marzo 82 - marzo 83); Enrique Malo Abad (agosto 1988 - marzo 1991); Claudio Monsalve Merchán (febrero - julio 2000); Leonardo Toral Pozo (agosto de 1979); Daniel Toral Vélez (2000); y Hernán Toral Vintimilla (agosto 1996 - enero 1997).
Los rostros de ex Gobernadores, en la galería: Juan Cordero (marzo 82 - marzo 83); Enrique Malo Abad (agosto 1988 - marzo 1991); Claudio Monsalve Merchán (febrero - julio 2000); Leonardo Toral Pozo (agosto de 1979); Daniel Toral Vélez (2000); y Hernán Toral Vintimilla (agosto 1996 - enero 1997).

 


La personalidad del Mariscal La Mar fue destacada como la de un valuarte de la independencia americana, como una figura militar y política solo comparable a la del libertador Simón Bolívar y la del mariscal Antonio José de Sucre, personajes que le rindieron admiración.


Á‰nfasis especial puso en su intervención el doctor Borrero Vintimilla, para resaltar el patriotismo de La Mar y borrar la imagen errada que sembró dudas o negó sus méritos, por haber sido el primer Presidente del Perú, en tiempos en los cuales aún no existía la República del Ecuador. Por el contrario, es un honor para Cuenca, ser cuna de un ciudadano de la estatura política y militar de La Mar, cuyo valor dio brillo a las batallas de Junín y Ayacucho. Recordó el historiador que, precisamente en su homenaje, el himno a Cuenca alude al "bravo La Mar de Ayacucho" y además una calle y el aeropuerto de su ciudad natal, consagran su nombre.

 

 

El escritor Eliécer Cárdenas Espinoza hizo el comentario de la obra y del hecho histórico vinculado al problema de la sal y los levantamientos indígenas de 1925. Empezó aclarando que el episodio es conocido como La Huelga de la Sal, pues algunos historiadoras y el autor del mural lo califican como La Guerra de la Sal. He aquí su contenido:


El cuadro presenta tres niveles bastantes diferenciados pero armónicos dentro de la composición de la obra. Hacia arriba, una hilera de montañas agrestes que recuerdan el relieve del Cajas, con tonos predominantemente oscuros, trizados por el rojo de las quebradas y pliegues, que hacen alusión a la sangre, o la color de los ponchos indígenas. En la porción media de la pintura, se observa la ciudad de Cuenca, reconocible en algunos de sus edificios tradicionales y un templo, el de las Conceptas. El conjunto urbano está tratado en tonos claros, que resaltan en los claroscuros de las restantes porciones. Finalmente, en los sectores inferior y laterales del conjunto, se aprecia al grupo de indígenas, en actitud de belicoso acecho, vistos de espaldas, que enarbolan aciales o herramientas de labranza, en actitudes de reivindicación e inminente lucha. En su conjunto, se trata de una obra magistralmente ejecutada, que transmite el carácter épico y dramático de un motivo que es parte fundamental en la historia de las luchas sociales cuencanas y azuayas a favor de la reivindicación de los excluidos por las élites tradicionales y tradicionalistas.


Resulta digna de felicitación la iniciativa del actual Gobernador azuayo, economista Oswaldo Larriva, de introducir dentro del edificio de la Gobernación escenas pictóricas de la historia de Cuenca y el Azuay, vistas no desde un aspecto canónico o pintoresquista, sino a partir de la entraña de sus luchas sociales, sus sectores marginados, sus grupos empeñados en las transformaciones necesarias para un orden social equitativo y justo.

 

Marco Martínez, autor del mural, con René Cardoso, Presidente de la Bienal y María Cecilia Alvarado, Jefa Política, quienes develizaron la obra.
Marco Martínez, autor del mural, con René Cardoso,
Presidente de la Bienal y María Cecilia Alvarado, Jefa Política,
quienes develizaron la obra.

 

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