El río y su entorno son celosamente protegidos desde hace 10 años por una organización interinstitucional que vela por el destino de los cuencanos en las décadas del futuro

 

La presa y el embalse de Chanlud
La presa y el embalse de Chanlud, fuente de electricidad para Cuenca.

 

Hernán Carrillo
Hernán Carrillo, Director de Producción, y Antonio Borrero Vega,
Gerente de Elecaustro, al pie de la caída de agua de la central de Saucay.
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Cuenca dispone de fuentes de agua para no sufrir sed hasta por lo menos la mitad del siglo XXI. Lo que ocurra después dependerá de cómo se preserven las cuencas y microcuencas donde se originan los cauces que alimentan las plantas de agua potable.

El Consejo de la Cuenca del río Machángara, que cumplió una década el 28 de julio, es una entidad modelo para el manejo, conservación y preservación de los 325 kilómetros cuadrados de superficie de esta cuenca que suministra el 40% del agua que consume la tercera ciudad más poblada del Ecuador.

Además, no solamente tiene a su cargo velar por el buen cuidado de la zona y el abastecimiento del líquido para consumo humano, sino por el uso múltiple del recurso, a través de la producción de energía eléctrica, regadío, uso industrial, recreativo y conservación de la ecología, la flora y la fauna.

La cuenca del Machángara se ubica entre los 2500 y más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, en las provincias de Azuay y Cañar, en una zona de características climáticas con temperaturas que van de los 8 a los 14 grados centígrados, en la zona baja y en la alta, donde las precipitaciones varían de 856 a 1309 milímetros.

El bosque protector de la cuenca, de 25 225 hectáreas, es un laboratorio donde técnicos de las instituciones involucradas en el Consejo desarrollan programas para conservar la vegetación nativa en la que destacan el Yagual, Marar, Sarar y Laurel de Cera, plantaciones que contribuyen a la regulación del régimen hídrico.

La Empresa Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA) capta 800 litros de agua por segundo del río Machángara, para la planta de agua potable de Tixán, que suministra el servicio a 140 mil de los cerca de 400 mil habitantes de Cuenca. El resto de la ciudad y alrededores es abastecida por la planta de El Cebollar.

Personeros de las entidades involucradas en el Consejo de la cuenca del río Machángara
Personeros de las entidades involucradas en el Consejo de la cuenca del río Machángara, en una visita a los frentes de trabajo y de dotación de servicios.

 

El aprovechamiento energético del agua del Machángara está a cargo de la empresa Elecaustro, propietaria de las presas de El Labrado que embalsa 6 ´200.000 metros cúbicos, y Chanlud, con 17 millones de metros cúbicos, para operar las centrales hidroeléctricas de Saucay, que genera 24 mil kilowatios de electricidad y Saucay, 14.400 kilowatios, que aportan al Sistema Nacional Interconectado.


Las aguas turbinadas devueltas al río permiten captar 700 litros por segundo para el canal de riego Machángara, que beneficia a 2.325 usuarios en 584 hectáreas. Además, otros 700 litros por segundo para el canal Checa-Sidcay-Ricaurte, de 12 kilómetros, para más de 800 agricultores en 800 hectáreas de terreno.

El sector industrial de Cuenca es beneficiario del agua proveniente del río Machángara, a través de 120 empresas instaladas en el Parque Industrial, en la parte baja de la cuenca hidrográfica.

La gestión del Consejo de la cuenca del Machángara incluye programas de conservación ambiental, protección de las fuentes, sensibilización ambiental de los pobladores de la zona, el manejo integral de la cuenca, la formación de talentos humanos, la investigación y la instalación de una red meteorológica para monitorear el comportamiento hídrico.

Alrededor de 1.400 familias de la cuenca han sido incorporadas a la gestión ambiental y protección de las cuencas hídricas, mediante programas cuyos resultados les producen beneficios, como la siembra de especies forestales nativas, medicinales, frutales, así como la asistencia a eventos de capacitación para mejorar la productividad de los terrenos, la formación de viveros, producción de abonos orgánicos , la creación de microempresas y el mejoramiento de las condiciones de vida de las familias. Los diez años de experiencia del Consejo de la cuenca del Río Machángara permiten constatar los beneficios de la coordinación interinstitucional para asegurar que Cuenca sea también, después de la mitad del siglo XXI, una de las ciudades mejor abastecidas de agua del país y de los servicios que a través de ella se generan para mantener las mejores condiciones de vida de los habitantes.
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El embalse de Chanlud
El embalse de Chanlud, con capacidad de 17 millones de metros cúbicos de agua..

 

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