El evento vuelve a poner sobre esta ciudad los ojos de los más notables cultores de las artes plásticas del Ecuador y el Continente: 61 artistas de 30 países exhiben lo mejor se sus propuestas en museos y galerías, para deleite, debate, contrapunto   y crítica. En gustos y colores

El 25 de octubre de 1985 el Presidente León Febres Cordero expidió el decreto 1251 que asignó a Cuenca la sede permanente de la Bienal Internacional de Pintura. Fue la culminación de una gestión emprendida por un grupo de entusiastas y patriotas ciudadanos, liderados por Eudoxia Estrella, para contribuir a la promoción cultural de la ciudad en el ámbito internacional.

En 1987 se realizó la primera Bienal, con la asistencia de 136 pintores del Continente que expusieron su obra del 12 de abril al 24 de julio. Transcurridos 22 años, la institución de la Bienal se ha consolidado definitivamente, para constituirse en un referente de la creación plástica reconocido a nivel internacional.

Con el transcurrir del tiempo, de las experiencias €“incluidos los errores y los aciertos- la Bienal de Cuenca se ha involucrado en las formas de expresión plástica en boga en el mundo globalizado: ya no es la pintura solamente, sino son las instalaciones, las artes visuales, performances y toda la variada y aun discutida producción de los creadores, dueños de absoluta libertad para expresar y sentir su sensibilidad.
La Bienal de Cuenca es la más importante oportunidad que se presenta a los artistas nacionales para tratar con los creadores del Continente y del mundo, para intercambiar criterios, conocimientos, experiencias, referentes que permiten comparar lo que se hace en el país con lo de fuera, en un proceso saludable de enriquecimiento.

En la presente, bajo el tema general Intersecciones, como en todas las bienales €“de Cuenca y del mundo- las muestras exhibidas y los premios originan controversias que, en el campo del arte, son más caudalosas y comprensibles que en cualquier otro tipo de certamen de cultura: como se viven tiempos en los que hay total libertad para los creadores, hay también total libertad para los críticos, sin que falten los resentimientos   y hasta exabruptos, como el que protagonizara el artista indígena ecuatoriano Manuel Cholango, en la ceremonia inaugural.

En todo caso, la presente Bienal es un triunfo de Cuenca y del Ecuador, fruto del trabajo de un equipo de técnicos, trabajadores y funcionarios que, liderados por René Cardoso Segarra, Director Ejecutivo de la Fundación, han puesto lo mejor de su voluntad, conocimientos y capacidades, para que este acontecimiento, el de mayor importancia del país en el campo del arte, ratifique el prestigio cultural de Cuenca dentro y fuera del Ecuador.

Mención: Luis Molina Pantín	Mención: Duvier del Dago Fernández

Premio París: Geovanny Verdezoto	Mención: Oscar Acuña