Con la emergencia del patrimonio cultural se intervino en antiguos bienes con valor de identidad, para protegerlos y asegurar su permanencia en el futuro
La recuperación y protección del patrimonio cultural tangible e intangible del Ecuador pasó del discurso abstracto a una realidad visible y mensurable, con el decreto de emergencia en el patrimonio cultural dictado en diciembre de 2007 por el Presidente Rafael Correa Delgado.
El antecedente fue la creación del Ministerio de Cultura a inicios del gobierno y luego la sustracción de una Custodia de un templo en Riobamba, joya religiosa de valor artístico y material inconmensurable.
Este robo evidenció la inseguridad en el cuidado de los bienes que enriquecen la cultura de los pueblos y los dan identidad. Entonces, se creó el Ministerio Coordinador del Patrimonio Natural y Cultural, con Doris Soliz como titular, encargada de diseñar las tareas de la cartera de Estado dotada con 33.6 millones de dólares.
Nunca antes la cultura tuvo un respaldo de esta magnitud en el Ecuador, menos dentro del objetivo de proteger los bienes patrimoniales tangibles e intangibles cuyo valor había sido menospreciado oficialmente pese a identificarse en ellos las raíces de la historia, de la nacionalidad y del desarrollo material y espiritual de la Nación.
Lo que hubo fue el saqueo, la depredación, la comercialización fraudulenta de los tesoros de arte y cultura del país, con miles de piezas desaparecidas de museos, templos y sitios arqueológicos, así como la pérdida de la memoria histórica sin una sistemática gestión de salvaguarda de elementos de la tradición, documentos y saberes populares.
Las Ministra Doris Soliz, al concluir la emergencia en el patrimonio cultural en este mayo €“que se prolongará por tres meses-, hizo para AVANCE una síntesis de los resultados de la emergencia y las previsiones en el ámbito del patrimonio cultural en el futuro.
Se empezó por dar seguridad a los bienes patrimoniales, dotando de alarmas a los templos, museos y sitios de valor cultural; simultáneamente se desarrolló un trabajo de inventario, para disponer de registros y fichas especializadas de bienes, para identificarlos, ubicándolos en el lugar en el que se encuentran.
Adicionalmente, se incorporó al inventario patrimonial el cine, la fotografía, la TV, la música, en un esfuerzo por recuperar reliquias sobre cuyo valor no se había reparado lo suficiente. Un ejemplo: se conoce que hubo registradas más de tres mil horas de video de las actividades del Presidente Jaime Roldós, pero sobre los mismos casetes se habían hecho regrabaciones que eliminaron los testimonios para siempre, dejando apenas unas 300 horas recuperables.
Mediante convenios con la Universidad de Cuenca, la Escuela Superior Politécnica del Litoral, la Universidad Técnica de Ambato y la Universidad Andina, se aspira acumular dos millones de fichas, para configurar una potencia cultural que cambiará la visión sobre el panorama patrimonial del país. Hay 15 mil sitios arqueológicos inventariados, a los que se sumarán bienes inmateriales vinculados a las tradiciones, lenguas, saberes, fiestas y hechos simbólicos que son parte de la vida y la cultura de los pueblos.
La creación de la policía patrimonial es otro logro de la emergencia, con la ayuda de instituciones de Francia y España, donde está muy avanzada esta fuerza protectora de los bienes mediante coordinación con entes de migración y aduanas, para controlar las entradas y salidas de los pasajeros.
La repatriación de piezas de valor patrimonial ha sido una gestión con resultados importantes, pues mediante procesos judiciales en 2008 se consiguió que volvieran desde Miami y de la Argentina más de 700 piezas. Argentina había sido un país de tránsito de los objetos hacia Europa, donde hay países reacios a suscribir los convenios de lucha contra la depredación patrimonial.
Con las autoridades eclesiásticas se ha convenido en actualizar el Modus Vivendi, para que los especialistas ingresen a los templos y conventos a cumplir el trabajo de registro e inventario, que se espera concluir en el presente mes de mayo, paso fundamental para asegurar los bienes.
En materia de educación y difusión se ha incluido en el currículo de escuelas y colegios el tema patrimonial entre las asignaturas. Se ha logrado hacer conciencia pública de la importancia del patrimonio cultural, cuya preservación es una política de Estado, por lo que si bien la declaratoria de emergencia puede llegar a su fin, será irreversible que se mantenga en el presupuesto futuro los rubros suficientes para mantener la actividad iniciada.
"Se pasó de la incredulidad a lo real, a la renovación de la esperanza, al entusiasmo por el patrimonio cultural de parte de los especialistas y los técnicos, pero también de la gente de la ciudad y de los campos, donde se restauraron templos y edificios que volvieron a ser valorados como símbolos y referentes de los pueblos, ligados a la ilusión de las tradiciones, las fiestas y las costumbres", opina la Ministra Soliz.
Obras por 2.2 millones en el Austro
En la Catedral de la Inmaculada se hizo la limpieza de las bóvedas, la rehabilitación de los sistemas de drenajes, se construyeron cubiertas provisionales de las cúpulas bajas para impermeabilizarlas, con obras técnicamente ejecutadas y recubiertas con zinc que se lo retirará una vez consolidadas las estructuras de la superficie; además, se hizo una limpieza total de las paredes de ladrillo de las fachadas del templo y se desalojó los escombros acumulados por años y durante la ejecución de los trabajos.
La Catedral es la obra patrimonial más importante en el centro histórico de Cuenca. Su construcción se la inició en 1886 y está en uso desde 1957. A su valor religioso se suma la calidad monumental y artística de la edificación, desde cuya terraza más alta se domina todo el panorama de la ciudad e inclusive los horizontes lejanos del valle bañado por ríos, en el que nació y creció la ciudad convertida en Patrimonio Cultural de la Humanidad a fines del siglo XX.
La Ministra Coordinadora del Patrimonio Natural y Cultural del Ecuador, Doris Soliz, entregó las obras restauradas en el austro, con una visita a la terraza de la Catedral, donde destacó el trabajo de los equipos de especialistas que trabajaron bajo la dirección del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Austro, cuyo titular, Joaquín Moscoso, sus profesionales y funcionarios, respondieron a las expectativas gubernamentales para dar a los bienes patrimoniales la importancia que tienen como parte de la identidad de Cuenca, de los pueblos del Azuay y como símbolos a los que están ligados rasgos culturales y sociales que los singularizan.
Las obras restauradas y las inversiones son las siguientes:
Catedral de la Inmaculada, 230.000 dólares
Colegio Benigno Malo 194.000
Monasterio Conceptas 176.000
Hospital de Gualaceo 320.000
Capilla de Susudel 170.000
Convento del Buen Pastor 185.249
Iglesia de Deleg 259.463
Orfanato Valdivieso 156.708
Templo San Francisco 272.624
Templo de Taday 170.189
Hospital de Azogues 122.643
TOTAL 2.256.879