La educación es la base del desarrollo de un país pues tiene que ver con todos las formas de actuar y de pensar de un pueblo. No solamente ir a un centro formativo, asimilar conocimientos, recibir un título al culminar una carrera, es suficiente para garantizar que estamos frente a una persona educada y positiva. Hay aspectos que deben derivar de su conducta misma y que se relacionan directamente con la sociedad: la urbanidad y buenas maneras, el respeto a los usos y costumbres sociales, el sometimiento a las autoridades, normas, leyes, reglamentos y a los semejantes, fruto de una persona bien educada. Además, esa disciplina personal para controlar los impulsos negativos de palabra y obra que deben ser propios de un ente equilibrado y bien formado y algo que es difícil para la mayoría de personas: saber escuchar al otro y tolerar criterios con los que se disiente o se consideran equivocados. El otro aspecto básico de la educación es que la impartan quienes gustan de la docencia, tienen mística para ejercerla y recurren a la exigencia como requisito fundamental para sacar el mejor provecho de sus alumnos. | | Que quien se considere un maestro esté actualizado en el ámbito formativo que ha elegido, cuente con un bagaje de conocimientos idóneo, con seriedad y responsabilidad plenas, ya que los docentes son los instructores y guías decisivos de niños, jóvenes y adultos.La cátedra no puede estar a merced de la improvisación, al sectarismo político o una formación insuficiente, porque facilita la mediocridad en la enseñanza y el bajo nivel de preparación de los ciudadanos con respecto a otras latitudes. El planteamiento del Ministerio de Educación de exigir una constante y actualizada preparación de los profesores de escuelas y colegios del país, debe ser bien recibido y acatado por todos. No se puede, a pretexto de consideraciones de orden político o por adhesión a tesis que van en contra de la razón de ser de un maestro, impedir su actualización en la especialidad que ha elegido y un enriquecimiento profesional indispensable para alcanzar las metas propuestas y la respetabilidad de la sociedad.
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