El Papa Benedicto XV ha aceptado su renuncia y analiza nombres para escoger
al que será nominado el quinto arzobispo de la Arquidiócesis de Cuenca
 
El arzobispo de Cuenca, Vicente Cisneros Durán, hace la cuenta regresiva para terminar su función el 23 de febrero, al cumplir 75 años de edad. En diciembre envió su renuncia ante el Papa Benedicto XV y sabe que ya la ha aceptado, aunque aún no es notificado oficialmente.
 
Vicente Cisneros
Cuatro arzobispos ha tenido Cuenca desde que se creó la Arquidiócesis en 1957: Manuel de Jesús Serrano Abad (1957-1971), Ernesto Álvarez Álvarez (1971-1980),   Luis Alberto Luna Tobar (1981-2000) y Vicente Cisneros Durán desde abril de 2000 hasta la fecha.

"Las leyes son para cumplirlas", dice refiriéndose al artículo 401 del Código de Derecho Canónico con el que se gobierna la Iglesia Católica en todo el mundo: "Al obispo diocesano que haya cumplido 75 años de edad se le ruega que presente la renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá tomando en cuenta todas las circunstancias". Monseñor Cisneros no se hizo de rogar, pues se anticipó para que el Papa tuviera tiempo para designar a su sucesor.

Nacido en 1934 en Pelileo, provincia de Tungurahua, fue ordenado sacerdote el 21 de julio de 1957, para cursar especializaciones en España, Roma, Austria y París y obtener los títulos de Bachiller en Derecho Canónico, licenciado y doctor en ciencias socio jurídicas, con especialidad en Derecho Internacional y experto en Acción Social.
 

De vuelta de Europa fue Rector del Seminario San Pío X de Ambato y en enero de 1968 fue consagrado Obispo, entonces el obispo más joven del mundo, que ejerció como auxiliar de Guayaquil por un año y medio, hasta ser designado Obispo de Ambato, donde ejerció por 30 años antes de ser nominado Arzobispo de Cuenca, posesionado el 17 de marzo de 2000.

El prelado dice sentirse satisfecho de la labor cumplida en la arquidiócesis de Cuenca y en toda su trayectoria religiosa que va para los 52 años de ejercicio sacerdotal.   En una entrevista para AVANCE se refirió a sus experiencias, a su trabajo, a sus logros.

Vicente Cisneros
 
El prelado junto a un cuadro de la Virgen, en su despacho.
 
 
 
 
- ¿Cómo se siente al cumplir los 75?

- Muy bien y sigo trabajando. Soy cumplidor de las leyes y por eso he renunciado, como he impuesto que sean cambiados de su parroquia los sacerdotes con diez años en un mismo sitio. En Cuenca, son los casos de El Vergel, donde el padre Darío Ordóñez estuvo 34 años y 11 el padre Ramón Margarita en San Roque.

- ¿Los curas de parroquia deben renunciar al cumplir los 75?

- Así debería ser, pero en nuestro medio no puede cumplirse por la escasez de sacerdotes. Con las reformas del Código de Derecho Canónico en adelante los cardenales de 80 años ya no podrán elegir al Papa.
 
- ¿Cuántos sacerdotes tiene su arquidiócesis?

- Son 82 y durante mi gestión he ordenado a 16 sacerdotes. Hay 266 monjas en las diferentes comunidades que funcionan en la jurisdicción. En el Seminario hay 16 postulantes.

- ¿Qué experiencias destaca en su administración arzobispal en Cuenca?

- He conocido a todo el pueblo azuayo. Cuenca destaca por su idiosincrasia y como sociólogo afirmo que su gente tiene enormes cualidades y tiene también sus reservas.

- ¿Cuáles cualidades?

- La gente tiene inmenso amor por su tierra y sabe exaltar sus valores, como el caso de Jefferson Pérez en lo deportivo o de Fernando Cordero como autoridad de la Asamblea Nacional. Cuenca dio siempre ministros y personajes sobresalientes en la vida pública.

 - En lo religioso, ¿qué de Cuenca?

- Es un pueblo con profunda tradición religiosa, desde tiempos de la fundación, como lo muestran el amor a Cristo, la presencia en la Eucaristía y el amor a la Virgen Inmaculada, aparte de manifestaciones como los pases del Niño, el Septenario y la devoción por la Virgen del Cisne o la Virgen de la Nube. En Ambato eso no ocurre, por influencia del liberalismo y el pensamiento de Juan Montalvo.

- ¿Y las "reservas" a que aludía sobre los cuencanos?
 
- La gente es muy analítica y crítica, especialmente en lo negativo. Un ejemplo, cuando se mencionó la posibilidad de completar las torres que faltan a la catedral, hubo criterios contrapuestos y así ocurre en otros aspectos. Pero más importante es su amor a la tierra, la gratitud y la exaltación de sus héroes, como dice el himno al hablar de "sabios y santos varones".

- Usted se ha mantenido al margen de la vida pública. - - - ¿Tiene una explicación?

- Mi norma ha sido no inmiscuirme en lo político, respetar a otras instituciones, lo que no ha sido aislarme. Nunca falté a los Te Deum del 3 de noviembre o del 12 de abril ni dejé sin responder una sola comunicación recibida. Mi contacto ha sido permanente con la gente y he visitado todos los pueblos del Azuay, además del contacto a través de la radio Católica o los espacios periodísticos en los diarios locales.
 
- ¿En qué quedó lo de los Milagros de El Cajas?

- Estamos preparando una síntesis de los mensajes y referencias bíblicas de la Virgen a través de Patricia Tálbot. Todo se reduce a alusiones a la conversión a Dios, al significado de la cruz, la santidad, la misericordia. No hay aún un informe oficial y el proceso es estudiado en Roma, con la que yo he sido un interlocutor. El Cajas es un santuario natural donde nada se prohíbe ni se aprueba.
 
 
 
 
Vicente Cisneros
Interior de la planta baja del palacio arzobispal.
 - ¿Qué sobre el padre Fernando Vega?

- Su situación está en análisis. Me mantengo en constante contacto con él, que ha reconocido algunas equivocaciones cometidas al apartarse del Derecho Canónico, pero su caso es estudiado en Roma: un sacerdote es para siempre, nunca deja de ser sacerdote y el padre Vega ha de recuperar los derechos que le asisten. Lo que dijo en una entrevista de la Revista AVANCE le perjudicó y está en conocimiento en Roma, como otras intervenciones.
 
- ¿Y su futuro, monseñor Cisneros?

- Los medios de comunicación son mi punto débil. O mi fortaleza. También publicar libros. Soy fundador de la   Radio Católica y allí espero trabajar, cuando tenga que regresar a mi tierra, Ambato, o trasladarme a Quito.

- ¿Qué más €¦?

- En mi administración se crearon varias parroquias eclesiásticas. Restauramos el edificio arzobispal, se mejoraron varios templos, incluida la Catedral Nueva. Pronto se intervendrá en el edificio del Seminario frente al parque Calderón, una vez que el padre César Cordero lo devolvió a la Curia. La residencia del Arzobispo, en la Ciudadela Los Hornos, fue adquirida en mi administración, local que, como todos los bienes de la Arquidiócesis, quedarán para uso de la autoridad que nos suceda.

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