1.- Por falta de planificación las dependencias municipales actúan por separado, sin liderazgo desde la Alcaldía. Como todo es hacer y volver a hacer, se hace dos y más veces la misma cosa poniendo en dudas el buen uso de los fondos públicos. Esto se solucionará con una actitud coherente con la participación integral de las dependencias municipales.

2.- El ferrocarril es una obra histórica y por consiguiente, para su funcionalidad en bien del transporte masivo, de carga y del turismo, será parte de la política del trabajo del poder central en el gobierno de Lucio Gutiérrez.

3.- Debe darse una solución integral que no   solo vea por los problemas urbanos de Cuenca sino también los de Sayausí, que se ha integrado a la ciudad y debe ser un nuevo polo de desarrollo. Como los alcaldes hasta ahora no se han preocupado de los sectores rurales, sus habitantes tienen la oportunidad de no volver   a dar el voto por ellos y delegar la responsabilidad a otro personero con actitud, capacidad y voluntad para servirlos. Por eso yo he dado mi nombre.

4.- La calentura no está en las sábanas: el centro colonial está congestionado de establecimientos comerciales, instituciones públicas, educativas, comercio, banca y más. Habrá fluidez con la descentralización hacia las parroquias próximas integrándolas a un desarrollo armónico, tomando en cuenta que es necesario arreglar también la nueva casa a donde se va a vivir. Un ejemplo del absurdo en la actual concepción del trabajo es lo que se hizo en la vía a Baños, arreglándola hasta la altura del colegio Borja y dejando sin tocar el acceso inmediato a esa parroquia.

5.- Cuenca ha perdido categoría patrimonial con obras indebidas e inconsultas que propician el abandono del centro histórico donde lo que proliferan son los negocios y no las viviendas. Tomaremos directrices para que, manteniendo la categoría patrimonial, esta área vuelva a ser habitada. Además, se ha impulsado el mejoramiento de las fachadas de las edificaciones sin dar importancia a los interiores, que se los ha adulterado, en pérdida de lo patrimonial.

6.- El problema de la seguridad hay que tratarlo en dos vías: actualmente la policía se desalienta porque los delincuentes son liberados en aplicación del Código de Procedimiento Penal, cuyas reformas planteará el asambleísta azuayo Fernando Aguirre. En nuestros planes está construir cuarteles policiales en los cuatro puntos cardinales de la ciudad y coordinar acciones con la Policía, las Fuerzas Armadas y las organizaciones barriales. Pagar impuestos para la guardia ciudadana implantada por Fernando Cordero y mantenida por Marcelo Cabrera, no mejoró la   seguridad. Será política de mi alcaldía buscar soluciones de fondo.