El poeta, luego de recibir la corona de laureles de oro, posa en su residencia en medio de las jóvenes que representaron a las musas del Parnaso. Ellas son Carmen Malo Andrade (Clío), Cristina Aguilar Vázquez (Euterpe), Inés Vintimilla (Talía), Filomena González Borrero (Calíope), Elena Muñoz (Melpóneme), Jesús Toral (Urania), Leonor Borrero (Polimnia), Raquel Cordero Crespo (Erato) y, Eufemia Palacios (Terpsícore).

   La conmemoración, más la restauración del museo municipal que lleva su nombre desde hace setenta años, crearían las condiciones para que los tenedores de la corona lo entreguen a Cuenca en un gesto de afecto, desprendimiento y justicia

   Este 4 de noviembre se cumplen 99 años de la coronación al poeta Remigio Crespo Toral y en marzo próximo los setenta de la inauguración del museo que, con su nombre, fundó la Municipalidad de Cuenca.

   Para finales de diciembre está prevista la recepción de las obras de restauración del edificio que fuera la residencia del personaje y donde funciona el museo, obra que al fin se cumplirá tras décadas de postergaciones.
 
   René Cardoso Segarra, Director del Museo, anunció que la restauración será inaugurada en el curso de febrero de 2017. Él ha estado intensamente dedicado a vigilar los trabajos que, en forma minuciosa, permitirán entregar a Cuenca el tesoro patrimonial de la arquitectura cuencana. La casa se habría terminado de construir hace un siglo.
 
   Para la inauguración de las obras de restauración total del edificio y sus instalaciones conexas, se prepara exposiciones en sus salas. Es otro empeño en el que pone especial interés el director de la institución.
 
   Lo que está pendiente es resolver definitivamente la recuperación de la corona de 34 hojas de laurel de oro, con la que se rindió homenaje a Remigio Crespo el 4 de noviembre de 1917, bien que se denunció perdido, pero se lo ubicó gracias a la información certera que hizo pública la revista AVANCE en mayo de 2014: el trofeo estuvo en una bóveda bancaria de los dominicanos, comunidad que ha vuelto a tenerla bajo su custodia. No hubo una gestión oportuna y efectiva para que pasara a la Municipalidad, como reclaman con insistencia autoridades, legisladores, instituciones culturales y universitarias y hasta los descendientes del poeta coronado.
 
   No obstante, se conoció que el Alcalde Marcelo Cabrera estaría interesado en hacer gestiones con autoridades eclesiásticas, para que la reliquia histórica sea entregada voluntariamente a custodia del museo que lleva el nombre del personaje. Los ex Alcaldes, en forma unánime, que ejercieron desde 1970 hasta 2014, pidieron al Alcalde que asumiera en forma directa una gestión apropiada hasta conseguir que la corona del poeta vaya a su destino natural: el museo de la Municipalidad, museo de Cuenca.
 
   El Director de la Revista AVANCE, Rolando Tello Espinoza, quien descubrió el paradero de la corona que se la denunció perdida, dijo que luego de dos años de seguimiento de este medio de comunicación sobre el caso, al parecer ha llegado el tiempo para que, al fin, se cumpliera la aspiración de que la comunidad dominicana entregue a Cuenca ese bien. El inicio del año del centenario de la coronación, el aniversario 70 de la creación del museo y la inauguración de las obras de restauración integral de la casa que perteneciera al poeta, propician para que ello ocurriera, en un gesto de desprendimiento de los dominicanos y por un sentido de afecto y respeto a la ciudad patrimonio cultural de la humanidad.
 
    El periodista reiteró que el descubrimiento del sitio bancario que guardaba la corona y el seguimiento constante del caso ya por dos años, han sido parte del ejercicio normal de un deber periodístico, sin interés por afectar a la comunidad religiosa que había guardado, secretamente, la corona de laureles de oro. Habría sido absurdo no difundir un hecho de tanta trascendencia para Cuenca y el país.
 
   También expresó el deseo de que la mediación del Arzobispo de Cuenca y quizá de altas jerarquías de la Iglesia Católica en el país, contribuyera para de una vez poner fin a este episodio de la vida de Cuenca estrechamente vinculado a su historia y a su cultura. Permitiría, además, poner fin al seguimiento que la revista anunció lo haría, desde cuando dio con el paradero de la corona.
 
   El museo Remigio Crespo Toral tiene previstos actos recordatorios del centenario de la coronación en 1917, lo que torna imperativo que el trofeo histórico, emblema del museo, ocupe el sitial que le corresponde en un espacio adecuado y seguro de sus instalaciones.
   
Edificio del museo Crespo Toral en restauración:
se aprecian las características monumentales de su construcción hace un siglo.

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